Diversidad de climas y paisajes naturales hacen de Colombia un destino turístico de elección. La región andina Boyacense, Villa de Leyva, se convierte en anfitrión, al ceder sus cielos ventosos, para llenarlos de mucho color con el Festival del Viento y de las Cometas.
Reliquia natural, cultural y arqueológica, además de una arquitectura colonial deslumbrante, Villa de Leyva es historia viva. Sus empedradas casas y calles, muros que evocan tiempos coloniales, conservados con arraigo por su valor cultural y artístico.
Conjuntamente este municipio goza del más maravilloso clima. Los fuertes vientos de agosto hacen de este lugar perfecto para la celebración del Festival del Viento y las Cometas.
Los volantines, son una creación del hombre que data de hace 25 siglos. Se piensa que los chinos son artífices de este singular objeto, quienes los empleaban en diversas actividades incluso científicas y militares. Actualmente sirven de entretenimiento y forman parte de juegos cotidianos en muchos países del mundo.
La afición por los volantines en Colombia inicia en 1975 durante primeros días de agosto. Ocurrió cuando Pepita Gómez de Camacho, en sus funciones como directora de turismo, instauró el “Festival del Viento y las Cometas”.
La ausencia de grandes edificaciones, sumado a su especial ubicación geográfica en un área desértica, hicieron de Villa de Leyva un lugar ideal para la práctica de este deporte. Esto brindo a fanáticos de volantines, un espacio donde mostrar estos artilugios y competir, favorecido por los fuertes vientos.
En 1980 llegan por encargo de autoridades municipales, novedosos estilos traídos de Estados Unidos y Europa, como los “Delta” desprovistos de cola. “Acróbatas” conformadas entre dos a cuatro cuerdas, perfecta en demostraciones fantásticas de destrezas y malabares, las “geométricas” impresionantes por sus tres dimensiones.
Este suceso le confirió al festival, atractivo internacional convirtiéndose Villa de Leyva en un destino turístico ideal para vivir la experiencia.
El atractivo del festival son la diversidad de cometas y categorías de competencia que allí participan.
Su fabricación artesanal le confiere originalidad y distinción. Son fabricadas por la misma persona que la eleva, y puede tener formas hexagonales.
Incluye aquellos volantines adquiridos comercialmente, existiendo en cantidades al ser elaboradas en serie.
Puede ser fabricada de manera artesanal o comercial. Tienen diseño triangular, y posee dos modalidades: la de una quilla y otra que puede tener más de dos quillas.
Cómo lo indica su nombre tiene estructura tridimensional, son los llamados “papalotes”. Sus formas simulan figuras geométricas, tipo cubos y rombos.
Son las más artísticas y atractivas, se distinguen sus matices coloridos y formas únicas. Incluyen mensajes impresos de carácter social no publicitario.
Minuciosamente diseñadas para que realicen una demostración durante su vuelo. Logrando ser llamativas y captar la atención en la competencia.
Se emplean materiales resistentes y ligeros en su fabricación. Esto les permite ejecutar movimientos acrobáticos o malabares requiriendo el uso de varios cordones.
Es un estilo que incluye como mínimo cinco volantines dispuestos de forma lineal, presentando el mismo tamaño y estilo.
Este estilo de volantín sin cola, tiene vuelo que se desarrolla de forma vertical.
Su movimiento horizontal, está influenciado por la fuerza que tiene el aire sobre ella.
Tienen participación todos los volantines excepto las acrobáticas. Sus propietarios incorporan luces para identificarlas y clasificarlas.
Es la principal categoría de mucho prestigio en la festividad. Involucra volantines con medidas que superan los 6 metros, y es punto de clasificación el equilibrio durante el vuelo.
Aquí participan volantines pequeños, con dimensiones menores a 15 cm, que además mantengan equilibrio en el vuelo.
Para esta categoría pueden participar diversos tipos de volantín, el comité examinara el equilibrio de aquellas que alcancen el “mayor vuelo” por un período de tiempo estipulado, se lanzan en conjunto con la participación de otros concursantes.
El acontecimiento se desenvuelve durante un fin de semana de agosto con fuertes corrientes de aire. Se reciben aficionados, expertos, deportistas apasionados, de muchas localidades de Colombia y el mundo, quienes reviven en el festival sus épocas de juego e infancia.
Las actividades comienzan a tempranas horas del sábado con exhibiciones de volantines artesanales, comerciales y trenes. Además de llevarse a cabo talleres educativos, sobre toda la ciencia de las cometas, gratuitos y participan personas de todas las edades.
Durante las horas vespertinas, autoridades municipales dan inicio al festival. Posteriormente se comienzan espectáculos de entretenimiento con los volantines de alto rendimiento, acrobáticos y nocturnos, para luego cerrar la noche con un espectáculo de danza y música.
El domingo en la mañana continúan efectuándose talleres relacionados a las cometas, además de efectuarse las actividades de competencias de cometas, en las diferentes versiones. Para la tarde se abre un espacio de vuelo donde el público presente, local y turistas, pueden deleitarse con los volantines.
Se incluyen shows de volantines inflables, cometas con formas de animales, artesanales, miniaturas, acrobáticas, etcétera. Los eventos se desarrollan en medio de un mágico show con luces, música, con el cielo colmado de hermosas cometas.
Al caer la noche toman presencia las cometas acrobáticas iluminadas, finalizando las actividades, las cuales tienen lugar en la Plaza Mayor de Villa de Leyva, donde a su vez, se cierra el festival con fantásticos conciertos de música local.
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